El método DCOS se basa en un análisis estadístico de la distribución de la energía de las ondas superficiales y no utiliza un modelo numérico. No hay ninguna hipótesis previa sobre la geología local.
El ruido sísmico ambiental (micro-temblor) natural o producido por la actividad humana (carretera, industria...) se utiliza para detectar anomalías subterráneas. Se ha desarrollado un software de control de calidad de los datos medidos para visualizar la distribución de energía de las ondas superficiales contenidas en el micro-temblor.
Se despliega una cadena de receptores compuesta por 96 geófonos equidistantes para las mediciones. El procesamiento DCOS se aplica a paneles de 24 o 48 sensores con ayuda de una ventana deslizante que permite extraer cada grupo de geófonos (paneles).
Extracción de paneles con ayuda de una ventana deslizante
La distribución de energía se calcula en cada dirección del panel extraído: directa (de 1 a 24) e inversa. Esta distribución se analiza estadísticamente utilizando la mitad de los geófonos del panel extraído.
Cuando no hay anomalías geológicas, la energía medida por las dos partes de la antena es similar. En cambio, la presencia de una heterogeneidad modificará esta distribución de energía.
Distribución de energía modificada por una anomalía subterránea
La longitud de la ventana de análisis se adapta de acuerdo con la profundidad de penetración requerida:
- 24 sensores - poca penetración (hasta 11-12 m),
- 48 sensores - fuerte penetración (hasta 23-24 m).
Para un dispositivo compuesto por 96 sensores, la extracción por paneles proporciona:
- 73 análisis DCOS utilizando 24 sensores,
- 49 análisis DCOS utilizando 48 sensores.
La distancia entre cada uno de los análisis DCOS corresponde a la distancia que separa los geófonos.